En una noche mágica del viernes, 3 de noviembre, Medellín se convirtió en el epicentro de la nostalgia y la euforia, gracias al esperado regreso de la icónica banda RBD. Con cuatro conciertos programados, el estadio Atanasio Girardot se llenó de emoción y recuerdos, marcando el reencuentro esperado por miles de fanáticos colombianos y de todo el mundo.
Desde el momento en que se abrieron las ventas, la demanda fue abrumadora, agotándose la boletería durante la etapa de preventa. Esto dejó en evidencia que la conexión entre los colombianos y Rebelde sigue más fuerte que nunca, incluso después de 18 años desde su último concierto. La lealtad de los seguidores se tradujo en la llegada masiva de personas de todas partes del país e incluso del extranjero, elevando la ocupación hotelera al 90%.
El estadio vibró con la energía de los fans que esperaron años para revivir los éxitos que marcaron su juventud. La calidez de la bienvenida a los cuatro cantantes mexicanos fue palpable, haciendo que se sintieran como en casa desde el primer momento. La ciudad de la eterna primavera se convirtió en el escenario perfecto para el regreso triunfal de RBD.
Anahí, una de las integrantes más queridas, salió al escenario luciendo un camisón azul con la frase “Colombia tierra querida” y un corazón en tonos amarillos y rojos. El estadio se sumió en la euforia cuando la cantante se arrodilló frente al público y pronunció con profundo sentimiento las palabras: “Te amo mucho, Colombia”. Un momento emotivo que resonó en los corazones de miles de fans, recordando por qué la conexión entre la banda y su audiencia es tan especial.
Con tres fechas más por delante, la expectativa es alta, y más de 100,000 fans esperan con ansias sumarse a esta travesía musical que los transporta de vuelta a la adolescencia. La magia de RBD ha dejado una huella imborrable en Medellín, y cada acorde, cada palabra cantada, es un recordatorio de por qué esta banda sigue siendo un fenómeno que trasciende el tiempo.